CHISTES ADULTOS en ROSARIO

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CHISTES ADULTOS

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CHISTES ADULTOS en ROSARIO


Dos sujetos ingresan en un ambiente pequeño, caliente y húmedo, arrastrando un muchacho flaquito y debilucho por los brazos.

En su interior, se encuentra un individuo apodado "El Negro". Un mulato enorme, sudado, hediondo, con cara de mala gente, cigarro en la boca, limpiándose las uñas con la punta de un machete.

Uno de los hombres dice:

- Oime "Negro": el jefe mandó que le hagas el orto a este sujeto... Dijo que es para que aprenda a no volver a mirarle el culo a la mujer del jefe. Despues dejalo ir.

La víctima grita desesperada e implora perdón. Pero "El Negro" apenas asiente con la cabeza, ignorando los lamentos del hombre, y contestando:

- Pueden dejarlo ahí en ese rincón. En un momento me encargo de ese hijo de puta.

Cuando los dos hombre salen, el muchacho dice:

- Sr. Negro, por favor, no me haga eso, déjeme ir que yo no le digo a nadie que Ud. me dejó ir sin castigo... Piense como me voy a sentir despues... No voy a poder soportar ese pesado recuerdo el resto de mi vida...

"El Negro", mirandolo fijo, le ordena:

- ¡Cállate la boca y quédate quieto ahí!

Cinco minutos después, llegan los dos hombres arrastrando otro individuo:

- Che Negro, el jefe mandó que le cortes las dos piernas y le saques los ojos a este elemento para que aprenda a no llevarse el dinero del jefe.

"El Negro", contesta con voz grave:

- Déjenlo ahí en ese rincón, que ya me encargo de ese asunto.

Poco después vuelven los mismos hombres, arrastrando a un tercer sujeto, y diciendo:

- Negro, el jefe dijo que le cortes el pito a este tipo, para que aprenda a nunca más meterse con la mujer del jefe. Ah!, y dijo que también le cortes la lengua y todos los dedos para que no exista la mínima posibilidad de que pueda tocar otra mujer en su vida.

"El Negro", contesta con voz más grave aún:

- Ya resuelvo eso. Ponelo allí en el rincón junto a los otros dos hijos de puta esos.

Cuando se retiran los tipos, el primer muchacho que había llegado dice entonces en voz baja:

- Señor Negro... Señor Negro..., con todo respeto, recuerde que yo soy al que le tiene que hacer el orto, no se vaya a confundir, ¿eh?



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