¿Por que mejor no usamos el dolar como moneda oficial? |
¿Por que mejor no usamos el dolar como moneda oficial? En septiembre de 2020, el economista Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, e investigador del centro de estudios CATO Institute en Washington, dijo una frase que seguramente hirió el orgullo de muchos argentinos. Dijo textualmente: "Argentina debería deshacerse de su peso y ponerlo en un museo", agregando luego: "Hay que matar el peso. El peso es un veneno, un cáncer". Una frase evidentemente muy fuerte, pero no menos cierta, si repasamos nuestras desventuras económicas de los últimos 80 años. En efecto, los distintos gobiernos de cualquier signo político, han usado a nuestra moneda como una herramienta para sus politicas demagógicas, en detrimento de las tres funciones básicas que la definen: Ser unidad de medida, Que se constituya como medio de pago, Que sea utilizada como reserva de valor. Ante esta nefasta realidad, la defensa que lleva a cabo el ciudadano común es obvia: se refugia en el dólar, para que el Estado no disminuya su poder de compra. Esto genera una situación perversa: por un lado, el Estado emite sin respaldo, lo que genera inflación; la inflación actúa negativamente sobre precios y salarios; los trabajadores claman por un aumento salarial al igual que la clase pasiva, y allí aparece nuevamente en escena el Estado, con su mano bondadosa, actualizando sueldos, pensiones y jubilaciones, con un discurso paternalista y protector, como si nada hubiera tenido que ver con la creación de ese problema y la consecuente pérdida del poder adquisitivo. Cada 10 o 12 años Argentina enfrenta una crisis del peso, la economía colapsa, todos pierden sus ahorros. La gente en Argentina está harta del peso. Nadie con dos dedos de frente puede negarlo. Las pruebas están a la vista. Todos corren a comprar dólares porque nadie confía en su propia moneda. Y el Estado, verdadero causante de todo este desorden, los persigue poniéndoles cepos, supercepos y mas controles. Cada vez mas gente está a favor de dolarizar la economia. La clase media y las personas de bajos ingresos son los que más pierden al tener una moneda local tan patética. Los ricos tienen su dinero en Uruguay, Miami o Nueva York. Son los trabajadores los más afectados. Cada crisis a destruido empresas, proyectos y sueños de ciudadanos que creyeron en este país. Y este país, nos guste o no, los ha defraudado. Es cierto que dolarizar la economía, supondría un gran problema para el gobierno que tenga el coraje y la valentía necesarias para llevarlo a cabo. No podría emitir moneda irresponsablemente, como lo viene haciendo de manera ininterrumpida desde hace años. Tampoco podría, "licuar deuda", entre la que se encuentran nuestros "bonos soberanos" que también irresponsablemente emite sin control, perjudicando a muchos ahorristas con quitas, reestructuraciones y canjes. Lo más despreciable de esta práctica vil y despiadada, es que obliga a muchas empresas a comprar esos bonos a sabiendas del perjuicio que ocasiona a la economía, porque las perdidas obtenidas como consecuencias de esa infructuosa inversión, se traducen luego en aumentos de precio. La vergüenza internacional es aplastante. Argentina viene rompiendo récords económicos negativos en las últimas décadas. Las universidades europeas utilizaban el caso argentino para plantear fracasos económicos de planes de estabilización. Somos, en definitiva, un mal ejemplo. Las crisis y los "defaults" son recurrentes. El país se aleja cada vez más de las inversiones nacionales y extranjeras. ¿Cómo convencer a un extranjero que invierta en nuestro país, si el propio argentino no esta dispuesto a hacerlo? Otro de los récords que vamos en pos de superar se vincula con la inflación, la segunda más alta del mundo desde hace tiempo y el valor del peso, que se encuentra dentro de las monedas más devaluadas del mundo en los últimos años Si agregamos que llevamos una década de estanflación, es decir, nulo crecimiento con mayor aumento de pobreza, podríamos concluir fehacientemente que la economía Argentina va de fracaso en fracaso sin una brújula que logre estabilizarla en el mediano y largo plazo. En octubre de 2020, Tito Loizeau, un argentino emprendedor serial, contó por qué ya no encuentra razones para invertir en el país. Había comenzado un negocio que le demandó 200.000 dolares. "Me siento un boludo", declaró sin atenuantes. Para ser más claro, agregó: "Si en vez de iniciar un negocio, hubiera comprado dólares, hoy no tendría juicios en contra, mi capital hubiera crecido 300% en pesos y le habría ganado a la inflación". Algunos creen que si Argentina adoptara al dólar como su moneda oficial circulante, perdería su libertad económica y su soberanía monetaria. ¿Alguien en su sano juicio puede creer que Italia, España, Francia o Alemania son menos soberanos por utilizar el Euro? Está claro que no es así, y que lo único cierto es que en esos países hay buenos administradores de su economía, algo que lamentablemente nuestro país, carece. Las ventajas inmediatas de dolarizar la economia Argentina son claras: caída de la inflación anual a un dígito, previsibilidad económica para el inversor y el trabajador, capacidad de generar crédito y financiamiento de largo plazo para todos los sectores económicos del país. Hay mas de 30 países que en la actualidad dolarizaron su economía exitosamente. Uno de los casos más conocidos es Ecuador, que llevó adelante la dolarización luego de una crisis profunda, con hiperinflación del 106% en el año 2000. En la actualidad, Ecuador tiene una inflación que ronda el 0.5% anual. Otros dos casos exitosos en Latinoamerica son El Salvador y Panama. Los habitantes de estos países, ya no tienen que lidiar con la inflación, ni la fuga de capitales, ni corridas bancarias. Ahora el Estado protege las inversiones y el dinero de los ahorristas. Tengamos bien en claro que proteger la inversión es proteger las fuentes de trabajo. No hay trabajo genuino sin inversión. Hoy, por la falta de confianza en nuestra moneda, la inversión argentina está generando trabajo en otros países, como por ejemplo, Uruguay. Los argentinos están pendientes de la cotización del dólar (del dólar verdadero, denominado "blue") porque ya no confía en el peso. Incluso, muchas transacciones se realizan diariamente en esa moneda. La hipocresía de los políticos es mayúscula. Ellos dicen que el pueblo "debe pensar en pesos", pero son ellos mismos los que tienen sus ahorros en dólares. No tienen vergüenza. Se autodenominan "protectores de los humildes" cuando lo único que consiguen con sus políticas populistas es generar mas y mas pobres. Y si algún desprevenido o fanático pone en duda esta afirmación, bastara con hacerle conocer el índice de inflación acumulada desde la creación del Banco Central de la República Argentina (28 de mayo de 1935) hasta fines del agosto de 2019, que bien podría llamarse el "índice del fracaso del peso argentino": la friolera de 296.984.975.228.799.000%. Una cifra estrafalaria, lapidaria e indefendible. La pregunta entonces es: ¿Cuánto tiempo y sufrimiento mas deberá soportar el pueblo argentino para que el dólar sea la moneda de uso corriente? En la practica ya lo es. Solo falta hacerlo de manera oficial. Se sabe que esta medida, por si sola, no es suficiente. Pero es una condición definitivamente necesaria y, evidentemente, urgente.- Fuente: Nota 1 - Nota 2 - Nota 3 - Nota 4 - Video
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