Chineo: abusos sistemáticos de niños y adolescentes indígenas

El nombre "chineo" proviene de la época de la colonización en la que los españoles llamaban a las mujeres indígenas "chinitas" por sus ojos más rasgados.

Esta denominación, se refiere a una práctica sexual violenta que en nuestro pais, se ha convertido en consuetudinaria.

Cuando una niña pasaba de la niñez a la pubertad, es decir, cuando le llegaba la menstruación, para la comunidad indígena era motivo de festejo porque significaba que esa nena "se convertía en mujer" y la llegada de mujeres eran una alegría enorme.

Los españoles se enteraban de estas celebraciones y violaban a esas niñas para luego convertirse en sus patrones.

Esto, que más allá del horror y dolor que nos genere, sigue pasando actualmente, y lo mismo ocurre con otras practicas sexuales detestables. como la atrocidad del "Derecho de pernada".

Es preocupante que estas formas aberrantes de abuso que suceden en su mayoría en Chaco, Salta, Tucumán y Jujuy, no solo sigan vigentes sino que hayan aumentado al punto de ser naturalizadas y toleradas socialmente.

Mujeres Wichís han denunciado que los hombres blancos organizan cacerías para violarlas, sin resultados ni respuestas por parte de las autoridades, exhibiendo un abandono absoluto del Estado.

"El chineo" es una práctica mal considerada "tradicional", que consiste en la violación grupal y sistemática de niñas de pueblos originarios en manos de "criollos" con cierto poder adquisitivo, en general amigos de jueces y policías que les aseguran la impunidad.

Parece mentira, pero es importante aclarar que estos crímenes tremendamente dolorosos, que encarnan múltiples opresiones, quedan absolutamente impunes ante un Estado que permanece impasible ante este tipo de situaciones.

Los hechos que se denuncian no son nuevos. Muchas madres han padecido estas violaciones y piden que la Justicia actúe para que sus hijas no sean también víctimas.

Estos crímenes, al día de hoy continúan siendo ejecutados por hombres públicos, comerciantes, poderosos, con la evidente complicidad del Estado y, en muchos casos, hasta con la de los propios varones indígenas (los padres de las niñas) a cambio de prebendas o dinero.

Para entender mejor esto, hay que comprender el contexto en el que se encuentran estas personas, que es de extrema pobreza. Escenarios donde los niños mueren por desnutrición, donde sus padres son casi como espectros fantasmales sumergidos en el alcohol y con altos riesgos de una muerte prematura.

Estas niñas saben, desde el día en que les llega la menstruación, que pueden ser violadas. Gran parte de ellas terminan siendo madres o se suicidan o directamente mueren por las lesiones de los abusos, muchos de ellos en manada. A veces, hasta los niños varones son también violados.

Estas practicas aborrecibles deben detenerse pronto.

Los reclamos para que "el chineo" sea penado tiene varios años. A pesar de esto, desde el Ministerio del Interior lo consideran una "práctica cultural". Por tal motivo, desde la comunidad piden la visibilización de los hechos y la condena para los responsables.

Debe quedar claro que los "Chineos" no son casos aislados. Son prácticas sistemáticas con complicidad social y política.

La perversidad y la maldad que se ejerce sobre estos aborigenes, adquiere un rasgo institucional al contar con una justicia ciega e indolente y un Estado completamente ausente.-